Retorno a marte...

Esta noche me senté a la orilla de la luna
desde donde puedo ver brillar la ciudad.
Cada quien en su andar, su vida enmendar.
Yo aquí atando hilos, para poder enlazar
aquel cometa que viene rompiendo esta paz.
Viajar de nuevo, otra vez hasta allí abajo
donde dejé olvidadas aquellas palabras,
un te amo, que no quisiste escuchar...
Visto mi traje espacial, una nueva misión
ha de comenzar: conquistar o escapar.
Recuerdo ahora tus labios, tu sonrisa
y no me importa el dolor de mi piel quemada
en el destello de este cometa, que más da.
Atravieso estrellas, vacío, oscuridad,
solo buscando la luz que me ha de guiar
de nuevo a ese lugar, donde dejé olvidadas
aquellas palabras, un te amo, cada vez más.
Pero observo ahora que este cometa no va
en la dirección de mi soñar, otro rumbo
ha tomado mi viaje, no lo supe calcular.
A otro planeta distante llegan mis heridas,
otro lugar sin alma, sin más que soledad.
Solo me queda sentarme de nuevo a la orilla
esperar sanar, anhelar el día que vuelva
a pasar otro cometa del que pueda colgar
nuevos hilos que nazcan de esas palabras
que no se pronunciar, un te amo, una vez más.