Mi Dulcinea
Aunque muchos solteros enamorados hay yo por ti la cabeza perdí, me he enamorado de tus dulces labios, de tu suave piel y el calor de tus manos. Hoy me inclino ante ti como cualquier mortal ante una diosa griega, las musas del olimpo pierden gracia cuando por la mañana te levantas con el amanecer. Al oscurecer y partir a casa solo puedo pensar en que llegue un nuevo día y poder conquistar tu amor y de tus labios tomar el mágico elixir que tus besos me dan. La vida junto a ti es lo que quiero, sin tu voz no me siento capaz de afrontar ningún temor, ningún reto. Me siento sin valor cayendo en un precipicio sin final.